jueves, 24 de diciembre de 2009

(-2009)





El final del año se acerca y, como una vez escribí, aquí se va terminando todo. Se ha terminado para ti, mi vida. Ya no estarás con nosotros y sólo pensarlo me llena de tristeza y de nostalgia. Una nostalgia de tiempos pasados, felices y no tan felices, pero siempre pasándolos con la cabeza bien alta.

Supongo que desde allí arriba lo miras todo, qué suerte la tuya. Supongo que estarás volando por todos los lugares a los que siempre soñaste ir. Que te perdonarás por todos los errores que creías haber cometido, por todos los besos que te guardaste, por todos los abrazos que desde muy adentro siempre nos estabas regalando. Seguramente volarás por la tierra que tanto amas, sabrás que las montañas están nevadas…nos mirarás con dulzura y sin una pizca de tristeza. O al menos eso es lo que yo desde aquí abajo espero.

Aquí nada será lo mismo sin ti. Las navidades se han vuelto aún más tristes…todo nos recuerda que ya no estás…
Las canciones ya no tienen dulzura, suenan diferente. Hay luces que se están apagando, no brillan como antes. Quizás les quede poca energía…no lo sé.

Sólo sé que hay que seguir, hay que encontrar esa lucecita que nos ilumine y que nos devuelva la vida. Que nos haga recordarte con lágrimas de orgullo en los ojos. Sé que lo importante es ser conscientes que la llegada no es tan importante como el paisaje que hemos visto y vivido por el camino… y tú lo sabes muy bien.

Las navidades, las canciones que tanto amas, los paisajes…no serán lo mismo sin ti…y yo lo único que puedo hacer es recordarte siempre, a cada momento.

Sé que estás ahí y te abrazo fuerte, tan fuerte que me duele el corazón.