jueves, 22 de octubre de 2009

Golpe, talón.


I así empieza todo. Tardes zapateás, un dos tres. Los miércoles por la tarde se han convertido en ilusión. Dos, tres. Caminar por el barrio, a menudo me recuerda alguna otra canción del mismo Barrio. Aunque esto no es Cádiz, ni Triana, está claro.
Aquí no tenemos los ‘ayses’ de allí, tomamos cañas, pero no de la misma forma y hasta nos cuesta decirnos más que un ‘hola qué tal’. Trin, traun.
Hay que combatirlo, así que nos apuntamos a bailar como las bailaoras. Iniciamos una especie de ‘zapateao’ que todavía tiene fuerzas reprimidas. Braceamos con pudor, pero con esperanza de soltarnos algún día. Izquierda, derecha, tras, tras.
Entonces nos hablan del compás, que aquí aún no los tenemos en la sangre, pero con el ritmillo, más, más, se nos cala en la piel y es algo conmovedor….¡voy al ritmo del compás! ¡ y…rumba!
Y el tablao, que para nosotros es algo que conocemos al crecer y para otros es algo que precisamente les hacer crecer para poder conocer…


Y vámonos con ese tango.
Talón, talón, media, talón, golpe, golpe, tiqui, ta.

sábado, 3 de octubre de 2009

Miedo


El miedo es como una arma letal, pero sin balas. Como un fuego, pero sin llamas. Se retuerce e intenta atrapar todo lo que encuentra a su alrededor. Y a veces se pierde...

Una vez escuché que con un poquito de mágia puede transformarse y salir a volar. Muy, muy lejos. Quizás con ayuda de algún cometa, quizás con alas de verdad.



Todo se mueve, todo está en contínua evolución.




[El miedo global


Los que trabajan tienen miedo de perder el trabajo.

Los que no trabajan tienen miedo de no encontrar nunca trabajo.

Quien no tiene miedo al hambre, tiene miedo a la comida.

Los automovilistas tienen miedo de caminar y los peatones tienen miedo de ser atropellados.

La democracia tiene miedo de recordar y el lenguaje tiene miedo de decir.

Los civiles tienen miedo a los militares, los militares tienen miedo a la falta de armas, las armas tienen miedo a la falta de guerras.

Es el tiempo del miedo.

Miedo de la mujer a la violencia del hombre y miedo del hombre a la mujer sin miedo.

Miedo a los ladrones, miedo a la policía.

Miedo a la puerta sin cerradura, al tiempo sin relojes, al niño sin televisión, miedo a la noche sin pastillas para dormir y miedo al día sin pastillas para despertar.

Miedo a la multitud, miedo a la soledad, miedo a lo que fue y a lo que puede ser, miedo de morir, miedo de vivir.


Eduardo Galeano. Patas arriba, la escuela del mundo al revés.]